Mujeres en IT, una deuda que merece una pronta respuesta

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Pese a que el tema forma parte de la agenda actual de universidades, ONGs y empresas, aún estamos lejos de la paridad en el sector.

Si hablamos de escasez de talento, la industria IT es lo primero que viene a la mente de la mayoría. Y no nos equivocamos: según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para 2025 en América Latina se necesitarán más de 1,2 millones de desarrolladores. Y eso que no mencionamos otras especialidades como programadores, especialistas en Inteligencia Artificial (IA) o analista de datos, solo por decir algunos.

Sin embargo, mientras se sufre esta falta de profesionales, hay un movimiento en paralelo que parece no tener sentido: no sube el número de mujeres que participan en la industria, manteniéndose en un promedio que va desde el 20 al 25%, en general en la región.

Esto empieza a notarse ya en las universidades, donde las mujeres son mayoría, sin embargo, son minoría en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés).

¿Qué sucede?

¿Por qué no se logra superar la barrera de acceso al mundo IT para las mujeres? Aunque la pregunta desvela a muchos, aún no se dio una respuesta concreta, justamente porque la problemática es multicausal, y requiere de una mirada diversa. Es más, quizá dejar que más mujeres se involucren en la generación de la solución podría ser un buen comienzo.

Para enfrentar la primera barrera, que es la educativa, desde Experis, marca de ManpowerGroup especializada en talento tecnológico, analizamos que el abordaje debe ser integral, haciendo una profunda revisión de la formación reglada e impulsando el uso de otros recursos formativos que permitan dotar a las profesionales de las habilidades específicas que el mercado demanda en menos tiempo.

Ahora, cuando hay que abordar la barrera sociocultural, es fundamental que las mujeres referentes puedan poner su voz, su ejemplo y sean ellas las que potencien a las más jóvenes. Así, les demuestran que hay camino para ellas, que las posibilidades existen y que además al entrar a la industria pueden acceder a sueldos que hoy están por encima del promedio del mercado en general.

En este sentido, son buenas las prácticas de mentoring, ofrecer capacitaciones internas, brindar a colaboradoras la oportunidad de tomar un nuevo rumbo en sus carreras dentro de la organización, porque no solo impulsará a la beneficiaria directa, sino que también estimula a otras y construye marca empleadora.

Por último, en cuanto a lo profesional, es preciso trabajar sobre los sesgos inconscientes que hay dentro de las empresas, para que la voz femenina cada día tenga más presencia dentro de la industria.

Como compañía, y como sociedad, tenemos un compromiso por promover la presencia de talento femenino en áreas de tecnología.